Irak y EEUU, ¿Otra vez?
Cuando un conflicto estalla, el
resto del mundo toma partido, acciones y de alguna manera termina involucrado, sobre
todo si sus intereses internos se pueden ver favorecidos de alguna manera; es una
tendencia tanto para naciones como actores de la industria, como se ha hablado
ya en este blog. Por lo que en la guerra entre Gaza e Israel, era de esperarse
que el resto del mundo se paralizara, tomara partido y eventualmente se involucrara
de alguna manera.
Así, vemos como esta disputa ha
escalado al nivel de paralizar hasta el comercio global; esta semana, en este contexto,
Joe Biden ordeno la respuesta militar a una serie de ataques por parte de
grupos de Kataib Hezbollah, proiranís a activos militares estadunidenses, escalando
las hostilidades a un nivel que no se veía tan abiertamente hace casi 20 años.
Los enfrentamientos entre EE. UU.
y naciones árabes se remontan en la historia reciente a principios de este siglo,
si bien EE. UU. siempre toma partido y busca maximizar sus intereses
interviniendo, fue en Irak donde en 2002 y con el objetivo de destruir las
armas de destrucción global que supuestamente tenía este último, lanzo su
ofensiva militar. Tras destruir los hostiles y muchos sucesos extraños, en 2010
los estadunidenses finalmente se retiran, dejando una democracia débil, un ejército
diezmado, un sentimiento de ira en la población, un pueblo pobre, caos y destrucción,
y sin encontrar ningún arma de destrucción masiva.
Al poco tiempo, en 2019 el grupo
ISIS toma el poder, Bagdad fue tomada por grupos rebeldes simpatizantes a Irán,
Irak se vuelve poco a poco más proiraní, simpatizantes a las ramas del islam más
radicales y se aísla de occidente, en consecuencia, EE. UU. se distancia abismalmente,
como el enemigo jurado de Irán, sus aliados no simpatizan con los contrarios. Situación
que se mantiene hasta hoy en día.
Bajo esta trama, en el vecino Israel
estalla la guerra en octubre pasado, y como es de amplio conocimiento, Irán y
sus aliados apoyan a Hamas de la franja de Gaza; los rebeldes de Yemen proiraníes
se toman el canal del Suez, por su parte en Irak el grupo Kataib Hezbollah decide
atacar a militares de EE. UU., resultan heridas tres personas y Biden, decide
tomar acciones defensivas y contratacar en territorio iraquí a estos grupos.
Estados Unidos no respeto la soberanía
nacional de Iraq, paso por encima de la potestad total sobre su territorio y
deicidio usar armas sin permiso. El derecho Internacional que rige la ONU y la interacción
de las naciones, que EE. UU. ayudo a estipular, dice que “la soberanía es el
poder político, supremo e ilimitado, que posee un Estado independiente para
tomar sus propias decisiones y relacionarse con otros Estados o entes
supranacionales”.[1]
Se entiende así que, cuando
alguna otra nación irrespeta dicha soberanía, se entiende como una declaración a
una guerra. El pueblo iraquí ha demostrado su descontento mediante marchas, el
gobierno rechaza los actos y apela al dialogo, pero es poco probable que emprenda
una contraofensiva, pese al fuerte sentimiento antioccidental y el acto anti-diplomático
estadunidense.
Irak no posee la infraestructura
necesaria para enfrentar una guerra abierta contra Estados Unidos, ni con el apoyo
de Irán y sus simpatizantes, además, la guerra en el vecindario en Israel se
toma toda la atención global y pone fuerzas armadas el mundo en la cercanía. Seria
un suicidio luchar contra EEUU en esas condiciones y generaría una guerra entre
naciones árabes y occidente que afectaría la estabilidad global a un nivel sin
precedentes y que el mundo si quiere seguir a flote no se puede dar el lujo de
vivir.
Estados Unidos reafirma su posición
de líder global y no permite que su poderío sea cuestionado, así deba irrespetar
acuerdos que jura proteger. Es un ejemplo claro de Hard Power. En el que las
naciones demuestran el lugar de poder que tienen e interfieren en los otros de
manera directa, mediante entre otras acciones, con violencia. Dentro de EE. UU.,
lo más seguro es que la población se divida y la favorabilidad del gobierno se
vea afectada. Paralelamente, las demás naciones poco a poco evidenciaran su
interés, distanciándose o acercándose a los estadunidenses. Es claro que no le
quedaban muchas opciones a la nación americana para defenderse, pero opto por más
violencia
En conclusión, la acción de
Estado Unidos transforma el tablero de poderes regional, motiva, casi que
obliga a más actores a tomar partido e intervenir. Esté, uso una estrategia de defensa
directa y no da pie a que se cuestione su poder, incluso escalando hostilidades.
Lo más seguro es que el bando árabe continue con ataques semi directos, ya que
de alimentar más el escalamiento podría estallar un conflicto del que no saldrían
bien librados.
Es evidente como la geopolítica rige
el mundo de hoy y que como siempre se dice, los intereses particulares valen
mas que el bien global. Falta esperar que sucede en este polvorín árabe,
mientras muere gente y la economía mundial esta al borde del colapso.
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