Migrantes a Africa

 

Es una constante que las personas busquen mejorar su calidad de vida, para lograrlo entre muchas alternativas, optan por la migración, una salida bastante común para este fin; que hoy en día, se encuentra en sus niveles mas altos desde que se tiene registros y va en aumento, sin embargo, para las naciones sobre todo del primer mundo, cuando ocurre desde la irregularidad resulta una gran preocupación; los estados pierden el control de lo que sucede, viéndose expuestos a muchas variables, por lo que el control migratorio es una prioridad de los gobiernos, quienes lidian entre dar garantías a la protección de los derechos humanos y lo individuos y mantener su seguridad nacional.

La ONU, la Unión Europea, la OTAN, entre otras organizaciones, además de muchas naciones como EEUU, ubican este tema entre los principales de sus agendas, a lo que le han dado vueltas por años, planteando todo tipo de alternativas, que, aunque en ocasiones disminuyen la migración irregular, no la detienen; algunas polémicas, humanitarias, tan variables como la misma situación.

En esta lucha global, recientemente es notica Reino Unido, quien vive una taza de migración irregular bastante elevada y que para enfrentarla está gestando un proyecto bastante controversial, que ha paralizado la nación. En un contexto de múltiples cambios de gobierno e inestabilidad política, la salida de la UE por el Brexit, crisis económica, falta de credibilidad en la corona, mencionando algunas de sus realidades, la lucha contra la migración es protagonista.

El Plan Ruanda, que nace en 2020 durante la administración de Boris Jonhson, es un proyecto en el cual el gobierno pretende disminuir la permanencia de migrantes en su país, enviándolos en vuelos a Kigali, la capital ruandesa, a mas de 8000 kilómetros de distancia. Dicha iniciativa fue poco a poco tomando fuerza en el Reino Unido, aunque opacada por la inestabilidad política y otras situaciones paralelas; sin embargo, cuando el gobierno de Rishi Sunak toma el poder, establece esta como la bandera de su administración.

Con las elecciones el próximo año, Sunak esta contrarreloj para implementar este plan, ha buscado por todos los medios que se ejecute, todos torpecidos por el poder judicial británico. Casi logra el primer envió de un vuelo a Kigali, que fue detenido a ultimo momento por el congreso; este ultimo el mes pasado, declaro ilegal el proyecto, alegando que Ruanda no brindaba las garantías necesarias para las personas que serían enviadas, que podrían ser deportadas a sus naciones de origen y a las que se les expondría los peligros de sus lugares de origen.

Tras este primer intento fallido, el gobierno lanzo de nuevo el proyecto con algunas reformas, garantizando que Ruanda no va a enviar a ningún otro lugar las personas que lleguen a su territorio, mediante un ajuste de la ley nacional, además de establecer veedores y jueces internacionales de derechos humanos. Vincent Biruta, ministro de relaciones exteriores de Ruanda, y James Cleverly ministro de interior en Reino Unido se han reunido varias veces a darle camino a este proyecto, pronunciándose con las máximas de este relanzamiento. Esperan que el tribunal lo apruebe y que se ejecute pronto; se enfrentan al descontento de los ciudadanos británicos, quienes se encuentran divididos frente a este proyecto.

El gobierno británico, no está atacando esta situación en su origen. El Canal de la Mancha que es el lugar predilecto de paso irregular de personas, es bastante extenso, por lo que vigilarle totalmente es un reto casi imposible; paralelamente, las naciones de África enfrentan problemas tan diversos como su geografía y resolver cada uno de estos requiere una atención, cohesión y esfuerzo gigante, haciendo que la solución mas viable ante los ojos del Reino Unido sea, embestir a los migrantes en su territorio. Es necesaria la gestión internacional, visiblemente distante en el panorama, más cercana en lo local.

El gobierno de Sunak, busca a como dé lugar rescatar lo que mas pueda de cara a las elecciones, en un contexto tan diverso y frágil, es la mejor alternativa para perpetuarse en el poder. De cara a este tema tan polémico y sensible de los migrantes y todo lo que va detrás el reto es aún mayor, por lo que debe medir cada acción con pinzas.

Paralelamente, el gobierno de Ruanda ve esta asociación como una oportunidad de fortalecer lazos con naciones mejor desarrolladas y adquirir mayor presencia internacional asumiendo esta gran responsabilidad. Este tipo de iniciativas ya existen en el mundo, la Unión Europea tiene vigente un acuerdo similar con Turquía y EEUU una historia parecida con México, pero siempre son fronteras, es la primera vez que el destino de migrantes es a tal distancia.

Mientras esto se desarrolla tiene la atención del mundo, evidencia problemas de cohesión y gestión global, además de los intereses de las naciones quienes ponen por encima de la calidad de la vida de los individuos sus intereses, a la par que brilla la necesidad de reevaluar la gestión y control de las fronteras, para que se garantice el bienestar de la personas y que todos los seres humanos pueden transformar su realidad sin sufrir por terceros.