Geomundo

  Medir fuerzas, parece la normalidad en la política internacional moderna; las potencias globales evidencian sus fortalezas, señalan deliberadamente las debilidades de sus pares no amigos, mientras les provocan a escalar a un conflicto armado. No obstante, esta dinámica no es directa, sino que se da en lugares estratégicos, con acciones medidas y un poco sutiles, que inciten al otro a actuar primero, y simplemente reaccionen a un ataque. Un escenario confuso, vigente, que día a día copa titulares alrededor del mundo y mantiene el mundo en tensión, temeroso y expectante. Este contexto, explica mucho de la complejidad de las interacciones trasnacionales actuales, visibles en múltiples ejemplos, como es el caso del Mar Meridional Chino, dentro del océano pacifico; un área de más de 3.5 millones de km2, que colinda con la costa oriente de Asia y varios países, entre ellos China, Malasia, Filipinas, Vietnam, Brunéi, Indonesia y Filipinas. Todas las naciones hacen reclamaciones marítimas

  Es común, ver hoy gran cantidad de noticias, que señalan el reajuste de poderes en el hemisferio norte, tras el inicio de la guerra en Ucrania, se ha visto como el juego geopolítico está en constante cambio, afectando el resto del mundo. Todos los actores, interactúan con la intención de maximizar sus fuerzas e intereses, este motor rige el mundo de hoy, por encima de cualquier otra cosa. En este contexto y recientemente, son evidentes fuertes movimientos, sobre todo hacia Asia; con la visita de Vladimir Putin, presidente de Rusia a Corea del Norte y la firma de un nuevo acuerdo de cooperación, seguido por el rechazo internacional; el anuncio de la venta de armamento de Estados Unidos a Vietnam, fortaleciendo el bando de occidente; además, de la preparación de la ONU de una nueva ola de sanciones a China por parte de occidente, por colaborar con su vecino ruso. Estos movimientos, todos relacionados entre sí, parecen ir estableciendo y consolidando aún más, bandos en el mundo. Las p

  La semana pasada, entre el 6 y 9 de junio, tuvieron lugar las elecciones trasnacionales mas grandes del mundo, se eligieron los representantes para el parlamento europeo; 720 escaños entre 27 naciones miembros, votadas por 360 millones de personas. Estos comicios determinaran la composición y actuar de la Unión Europa para los próximos 5 años, al igual que evidencian las opiniones, apoyo o rechazo de los ciudadanos del viejo continente, sobre su gobierno y las políticas exteriores. Son muy importantes para el curso global, ya configuran la fuerza del bloque más grande del planeta, afectando la geopolítica internacional. Este momento coyuntural tan masivo, deja mucho detrás, está rodeado de múltiples matices, que se procede a analizar. Tras el cierre de las urnas, es evidente el giro hacia la derecha y ultraderecha, la primera se consolido y la segunda avanzo, mientras los verdes, socialistas y liberales retrocedieron, lo que favorece a la actual presidenta de la EU, la alemana Ursu

    Las elecciones de un país siempre son un momento coyuntural, aun mas cuando son para la presidencia, pueden significar la transformación de la realidad de una población o la continuidad de un modelo de gobierno. Muchos factores confluyen para que una persona llegue al mando de una nación, alianzas políticas, popularidad, promesas de campaña, plan de gobierno, influencia exterior, momento político, por mencionar unas pocas, significan la victoria o derrota para un candidato, por lo cual deben ser y son medidas con cautela. Este escenario volátil y complejo, deja mandatarios por todo el globo y vale la pena analizar; el pasado 2 de junio, en México, uno de los países más densamente poblados del mundo, con más de 120 millones de personas para 2020   (INEGI, 2020) [1] , celebro elecciones presidenciales, que, en un contexto interesante, esperado, pero con sorpresas dejo como ganadora a Claudia Sheinbaum, una física de 61 años. Se consolido como la primera mujer en llegar a la presi