Europa contra Putin

 El mundo globalizado e interdependiente de hoy, orilla a las naciones a interactuar y cooperar con sus pares y así, destacar y progresar, para esto, existen las Organizaciones Internacionales como Naciones Unidas, la Unión Europea, la OEA, por mencionar algunas, asociaciones velan por la paz y crecimiento mancomunado, partiendo del Derecho Internacional Humanitario como garante, pactando una serie de normas para la coexistencia; cualquier gobierno debe mantener buenas prácticas internacionales que lo habiliten y mantengan como actor externo y, que impacten internamente, sobre todo en su economía.

En estos términos, cualquier Estado del mundo que no cumpla con los estándares de las organizaciones internacionales y cometa violaciones de algún tipo al DIH, se considerara un paria, a quien se castiga y pretende alejar del resto de actores, ya mencionado en este blog[1](Geomundo, 2024); no obstante, pareciese que esta regla de aislar a los infractores, no es efectiva en todos los casos, sobre todo para Rusia, acusado de múltiples violaciones al derecho internacional por la guerra vigente con Ucrania, resultando en varias sanciones económicas, que no han detenido su curso de acción, sino que lo han llevado a reinventarse y fortalecer su poderío.

La presión internacional para detener la guerra en Ucrania no ha sido suficiente, mientras Europa y Estados Unidos disminuían las interacciones con Rusia, este miraba a mercados y socios lejos de occidente, como China e India, que le han servido para mantener su proyecto a flote sin afectar significativamente la economía, incluso generando crecimiento  (BBC, 2024)[2].

El pasado marzo, tuvieron lugar las elecciones presidenciales en Rusia, donde sin mayor esfuerzo y en un contexto extraño, Vladimir Putin gano las elecciones con mas del 89% de los votos, para su quinto mandato, hasta 2030 con posibilidad a una nueva reelección (Geomundo, https://proyectogeomundo.blogspot.com/2024/03/rusia-y-putin-eternos.html, 2024)[3] el 7 de mayo, Putin tomo posesión de su cargo presidencial, con un discurso que resaltaba el poder ruso y de armas nucleares listas para su uso, la distancia a occidente y el objetivo del crecimiento total de la nación.

Hecho que genero toda serie de reacciones, salvo el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ningún miembro del parlamento europeo he reconocido hasta ahora el hecho, como es costumbre diplomática. Esto, desata un escenario coyuntural que mide las fuerzas y poderío geopolítico de Rusia por un lado, y occidente en el otro.

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), quien es el órgano consultivo de la UE, declaro que las elecciones en Rusia se dieron de forma irregular, sin garantías democráticas, persecución de la oposición, resultando ilegitimas (DW, 2024)[4]; esto, de no evidenciar cambios, podría transformar el contexo global. La UE debe interactuar con su vecino ruso, no reconocerlo fractura aun mas las relaciones, debilitaría la capacidad de Europa de negociar todo tipo de temas con Putin, economía, migración y sobre todo, las negociaciones sobre el curso de la guerra y el cese a fuego en Ucrania.

Las declaraciones que hace la PACE, no son vinculantes, es decir, que no generan sanciones, sin embargo, son un elemento simbólico, en el que aceptar, rechazar o simplemente omitir hechos como el reconocimiento de Putin, podrían acarrear toda clase de resultados a mediano y largo plazo, que impacten en todos los involucrados.

Putin, podría hacer uso de esta negativa u omisión europea, es una oportunidad para fortalecer su discurso de aislamiento injustificado y odio, distanciarse de occidente, enriquecer sus relaciones con Asia y justificar la continuidad de la guerra con Ucrania, con todas las acusaciones a violaciones del DIH  que conlleva. Pese a ser una clase de “insulto” internacional, como lo muestra la historia, serviría de herramienta de acción para el Kremlin.

La UE se encuentra en una encrucijada; entre reconocer a Putin, darle un camino diplomático a las relaciones con Rusia, beneficiando el posible cese al fuego en Ucrania y todo tipo de cooperaciones; y no pronunciarse sobre la toma presidencial, en justificación a la ilegitimidad y falta d garantías a la democracia, dilatando la distancia en Europa, empujando al gobierno ruso hacia Asia y el fortalecimiento de sus políticas.

Paralelamente, para Rusia, pese a lo útil que pueda llegar a ser para el Kremlin la negativa Europea, como ya se menciono, Putin se enfrenta a una insostenibilidad a largo plazo de la guerra, e iniciar el camino al dialogo mediante el fortalecimiento de las relaciones con el gran apoyo de Ucrania, que es occidente, podría significar un ambiente menos hostil para llegar a la paz.

Un acto que parece no relevante, como reconocer a un mandatario, puede impactar internacionalmente con gran fuerza, depende del contexto y los implicados. Rusia sigue demostrando su liderazgo y poderío internacional, Europa continua a la cabeza de las interacciones en el mundo y el roce entre ambas, no solo es un “juego de poderes” donde potencias miden sus fuerzas, también determinara el curso de la paz en Ucrania, de las relaciones y acuerdos económicos en gran parte del globo y por tanto, de alguna manera, en la vida de todos.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Bienvenida ONU

Dualidad Argentina

Prevalencia egipcia